martes, 17 de marzo de 2015

¿Para cuando un monumento al bloguero?

Desde hace varios años en Sevilla han proliferado monumentos por sus plazas de forma abrumadora. Algunos de ellos de dudoso gusto, otros en lugares equivocados. Personalmente, rendirle homenaje a Anibal González delante de la Plaza de España, cuando no hay mejor monumento que honre su memoria que dicha plaza, carece de lógica. Colocar una escultura de Juan de Mesa en San Lorenzo cuando el imaginero ya esculpió para esa plaza el mejor recuerdo que Sevilla puede tener suyo, también. A todo esto, tenemos que sumar las ubicaciones de alguno de ellos, por ejemplo la de Juan Pablo II y toda la polémica que suscitó. El recién presentado monumento al costalero, aviva de nuevo las quejas ante el ímpetu de homenajear en bronce.

Seguramente, se haya abierto la veda a que nazarenos, aguadores, ciriales y cada uno de los miembros de un cortejo procesional pidan una escultura en algún rincón libre de veladores. Yo, no quiero ser menos. No seremos poetas de la mejor generación de escritores de nuestro país, ni hemos ganado una liga de fútbol, y pocos o ninguno nos habremos atrevido a enfrentarnos a un toro o a cantar flamenco sin estar bajos los efectos de la manzanilla. Pero como de pedir no falte. Reivindico desde este humilde blog, una escultura al bloguero. 

¿Cuánto le debemos a aquellos que dedican de manera desinteresada su tiempo libre a contarnos historias enterradas de Sevilla? ¿Cuántos rincones hemos aprendido de la ciudad para después vacilar de nuestros conocimientos sevillanos junto a los amigos? ¿Cuántas denuncias se han llevado a cabo en estos rincones de internet? Por esto y mas, tenemos motivos mas que suficiente para estar tostándonos al sol bajo una capa de bronce en alguna calle ausente de árboles. Pero no. Los blogeros somos igual de humilde que nuestros dominios, y no hay mejor homenaje que nos hace Sevilla que leernos. Y porque además, ya está bien de tantas esculturas en la ciudad. Por lo que se pueden ahorrar la nuestra.


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