jueves, 23 de enero de 2014

Enero amargo

El naranjo amargo, citrus aurantium, es aquel árbol que puebla nuestra aceras, convirtiéndose en una de las características mas relevante de nuestro paisaje urbano. Para muchos es sinónimo de azahar y su olor, que impregna las calles de Sevilla en primavera. Para mí también es sinónimo de naranjas maduras que caen sobre las aceras en invierno convirtiéndolas en zumo. Puede que en este post exagere para los amantes de la Sevilla eterna y su árbol insignia, pero no es un árbol de mi agrado. La función de dar sombra cuando hace cuarenta grados no la cumple y en el mes de enero es desagradable ver el estado de algunas calles con naranjas destrozadas en las aceras, provocando caídas o desapacibles paseos por el sufrimiento del impacto de alguno de sus frutos.

Naranjas en la Av. de la Barzola
Mientras en localidades del área metropolitana como Dos Hermanas ya han sido recogidas, aquí aun no hay señales de que empiece ya la campaña. Durante este mes de enero hay que darle las gracias a LIPASAM
por el trabajo que tiene que hacer para que queden las aceras limpias, pero este trabajo a veces solo es satisfactorio en las zonas turísticas de la ciudad como el entorno de la Catedral. Si usted pasea por la Avenida Kansas City, la Avenida de la Barzola o cualquier otra más allá del casco histórico puede contemplar como el carril bici parece sufrir la dejadez que sufre el cuidado de estos árboles.

Desconozco si con la recogida de naranja y su posterior uso para mermelada el Ayuntamiento saca algún beneficio económico, si es así, muchos kilos de naranja pierde todos los años. Si queremos seguir dándole brillo a nuestras calles con este árbol frutal o con cualquier otro, habría que tener una mejor organización sobre su cuidado y mantenimiento. No es de extrañar que suframos un enero amargo si durante el año los parques y jardines de nuestra ciudad tanto público o privado sufren su abandono.

viernes, 17 de enero de 2014

¿Para que debe usarse la Plaza de España?

Según publica ABC hay debate en el seno del gobierno municipal por ocupar con un mercadillo de turismo la Plaza de España el próximo mes de octubre. Suena anecdótico que esto ocurra en la ciudad de los veladores y durante el mandato del alcalde que llena de puestos cualquier rincón de la ciudad en Navidad. El debate es a raíz de si se debe realizar o no este tipo de eventos en un monumento que es candidato a declararse Patrimonio de la Humanidad, a pesar de la infinidad de eventos que ya se han realizado en esta plaza de la ciudad, desde rodajes hasta pista de esquí. Señores políticos, por favor, lean un poco de la historia de los monumentos de su ciudad y algunas de las funciones para lo que fueron concebidos.

La Plaza de España fue la gran obra de la Exposición Iberoamericana de 1929, en su tiempo fue una locura de obra en una ciudad arruinada. Se podría hacer casi una comparativa de la construcción de esta plaza con las Setas de la Encarnación dado que aunque hoy presumimos de este espacio único en el Parque de María Luisa y lo queremos elevar a los altares de la UNESCO, la obra tenía un gran rechazo público en la ciudad e infinidad de problemas constructivos lo que llevó a la dimisión de su arquitecto, Aníbal González.

Entre todas las funciones que tenía la majestuosa obra, había una que era, en relación a la plaza pública que queda entre los canales, la de auditorio al aire libre para la celebración de conciertos y de un espacio diáfano para el disfrute de los sevillanos. El arquitecto que finalizó la obra después de la renuncia de Aníbal González fue Vicente Traver. El arquitecto de Castellón de la Plana se encargó de destrozar la idea principal de la plaza colocando en medio la fuente que hoy en día podemos observar.

Con este apunte quiero decir que la Plaza de España ha de ser concebida para lo que fue, para disfrutarla, para realizar conciertos, ferias, globos aerostáticos,... por que así lo quiso el señor que la preside en su entrada. No vayamos a caer en la moda de que si queremos que sea Patrimonio de la Humanidad tiene que estar cerrado a cal y canto para que no se estropee y, por consiguiente, nos quite la subvención la UNESCO.



lunes, 13 de enero de 2014

¿Más cambios de mobiliario urbano en el centro?

El paisaje urbano de Sevilla, sobre todo sus aceras, se encuentra contaminado de elementos que afectan a la hora de visualizar algún edificio o dificultan el transitar de los viandantes por sus aceras convirtiendo el paseo en una prueba de obstáculos. Por eso la Gerencia de Urbanismo está confeccionando un Plan Especial de Protección a la Catedral y otros edificios del casco histórico, como hoy cuenta en el diario ABC en su versión web dejándonos algunos ejemplos gráficos. 

Me parece curioso que se lleve un Plan Especial de Protección del centro mientras la semana pasada en la calle Adriano se inaugura un monumento de dudoso gusto. Me parece genial que se descontamine visualmente el entorno del Archivo de India como Patrimonio de la Humanidad que es, pero si se desea quitar las catenarias del metrocentro ¿por qué se ubica todas las navidades la feria del belén delante de este edificio? Si se quiere proteger a la Catedral, ¿por qué se ubicó la estatua de Juan Pablo II en la Plaza de la Virgen de los Reyes? ¿Que será lo permitido o no? ¿Es una nueva estrategia o fundamento para cambiar el mobiliario urbano en algunas calles como ya ha ocurrido en la zona de la Alfalfa? 

Los mismos que llenan el centro de veladores o rayos láser en Navidad la Plaza del Salvador, les molesta cables inevitables en las fachadas y algunas antenas. Miedo me da. No están las arcas municipales para convertir el centro histórico en una especie de parque temático del siglo XIX mientras se privatiza el IMD. De acuerdo en que hay aparcamientos de motos que hay regularizar, señales mal colocadas, algunas papeleras en fachadas de iglesias y mucho que mejorar. Pero advierto, cuidado con la vara de medir, que este alcalde se opuso a las setas y capaz de tirarlas por que para él afecten visualmente a la iglesia de la Anunciación.

jueves, 9 de enero de 2014

¿Animales en TUSSAM o Metro?

Durante estos últimos días se ha hablado mucho en la prensa sobre el riesgo de perder la cifra de 700.000 habitantes en la capital y con ello su peso político y económico. En estos últimos datos del censo refleja la amenaza honorífica de ser la cuarta urbe de España en detrimento de Zaragoza, ciudad que no sólo nos alcanza en población sino también en políticas de protección animal. A partir del próximo 11 de Enero los perros podrán viajar en bus y tranvía urbano en la ciudad maña.

Las mascotas forman parte de nuestras vidas y en países extranjeros existe una mayor integración de estos en la sociedad, por ejemplo permitiendo la entrada en mucho establecimientos, hecho solo permitido en España en las tiendas de El Corte Inglés. Zaragoza ha dado un paso adelante y pondrá a prueba la convivencia humano-canina en el transporte público. La nueva normativa establece que se podrán transportar animales de compañía en todo los vagones del tranvía, "siempre y cuando el volumen permita su traslado en el interior de transportines o similar" y solo en el último vagón aquellos que pesen menos de diez kilos si van en brazos del dueño, o si lo superan solo un perro y con bozal o elemento que cumpla la misma función. Y, si son del mismo propietario, podrán subir dos, pero con bozal y correa. En el caso de los autobuses, solo podrán subir perros de hasta 10 kilos y con transportín de bolso o rígido. Otras ciudades como Fuengirola permite la subida de hasta cinco animales de razas pequeña en un mismo autobús si este no presenta aglomeración.

¿Ha llegado la hora de convivir con animales en TUSSAM o Metro de Sevilla mas allá de los perros guías? ¿Está la sociedad sevillana preparada? Zaragoza o Fuengirola han dado una gran paso a una convivencia cívica entre animales y personas como las hay en muchos lugares del planeta. En Sevilla dudo que esto ocurra, primero tenemos que conseguir que las aceras estén limpias de heces.