viernes, 30 de enero de 2015

Reflexión sobre los espacios públicos

El otro día comprobé in situ como se procedía al vallado de un gran espacio público en Sevilla Este, concretamente en la calle Flor de Albahaca, donde se podía disfrutar de un gran espacio peatonal de unos setenta metros de ancho con bancos, parques infantiles y zona de paseo. 

Desde el desconocimiento exacto del motivo a esta obra, un servidor se empieza a imaginar que seguramente uno de los motivos sea los ruidos que provocan los ciudadanos incivilizados a alta horas de la noche en los bancos de dicho paseo, ya se han dado varios casos en la ciudad. La confirmación a mis sospechas llegan al ver junto al parque infantil uno de estos bancos poblado de botellas de vidrio de bebidas alcohólicas, y en ese momento se produjo en mi una gran decepción, ya que estos motivos, justifica estas violaciones al espacio público como es la del vallado. Hace mas de un año escribí sobre el vallado de algunas zonas de la ciudad por culpas de actos incívicos y la falta de educación que sufre nuestra sociedad. Pero desde que vi un documental no hace mucho donde se hacia reflexión del uso capitalista sobre estos espacios mi opinión cambio drásticamente.


En Sevilla, ciudad de veladores, es mucho mas rentable que las Avenida de la Constitución esté repleta de veladores, que la instalación de bancos para descansar y contemplar las vista de La Catedral. En este caso de Sevilla Este del que hablo hoy, uno llega a la conclusión que es mas rentable vallar una zona llena de bancos y cerrarla a las diez de la noche, para que los vecinos que deseen sentarse lo hagan en un velador cercano y molesten al vecindario gastándose el dinero de su bolsillo en la industria sevillana del bar.

Estos atentados urbanísticos de espacios diáfanos con bancos de granito o madera, en favor de espacios saturados de sillas y mesas de plásticos, son desgraciadamente el futuro de las calles de nuestra ciudad si nadie los impide. 



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